Si algo tiene el agua en Eslovenia es que, además de ese color esmeralda o turquesa que parece de mentira, está limpia como en pocos sitios en Europa. Eso sí, os aviso: aquí lo de "bañarse" es para gente valiente. El agua baja directa de las montañas y la temperatura suele ser un reto, pero la sensación de nadar en mitad de estos paisajes compensa cualquier escalofrío.
Después de recorrer muchos kilómetros por sus valles y sus cumbres, estos son los lugares donde, para mí, es imprescindible quitarse las botas, no pensárselo mucho y saltar al agua en Eslovenia:
1. Lago Bohinj: el preferido de los que buscamos calma
A diferencia de su vecino Bled, Bohinj se siente mucho más salvaje. Aquí no hay barcos a motor, solo el reflejo de los Alpes Julianos.
Mi zona: Id hacia Ukanc, en el extremo oeste. Las playas de piedras son perfectas para pasar la tarde y el agua suele estar un par de grados más agradable que en los ríos. Es el sitio ideal para relajarse después de una jornada de caminata.
2. El río Nadiža. El Oasis templado.
Cerca de la frontera con Italia, el Nadiža es la excepción a la regla del frío esloveno. Al ser un río menos profundo y con menos corriente glaciar, el agua está sorprendentemente templada.
El rincón: Buscad el Puente de Napoleón. Debajo se forman unas pozas naturales increíbles. Además, cuenta la leyenda local que sus aguas tienen propiedades curativas. No sé si será verdad, pero después de un día de ruta, te deja como nuevo.
3. Gran Cañón del Soča (Velika Korita): solo para valientes
Este es, visualmente, el sitio más espectacular. El Soča se estrecha en un cañón de paredes blancas y agua de un turquesa eléctrico.
El reto: El agua aquí está a unos $10°C$ o $12°C$. Es el típico sitio donde ves a los locales saltar desde las rocas y tú te lo piensas diez veces. Aun así, aunque solo sea por meter los pies y disfrutar del entorno, es una parada obligada en el valle.
4. Playa del Castillo en el Lago Bled
No por ser lo más típico hay que descartarlo. Bañarse justo debajo del acantilado del castillo tiene su punto.
Consejo: Si queréis evitar las zonas de pago, id hacia el remo, en la zona de Mala Zaka. Hay zonas de césped donde podéis entrar al agua libremente con las mejores vistas a la famosa isla.
5.Lago Jasna: un espejo a los pies de los picos calizos
A la entrada de Kranjska Gora, este lago (que en realidad son dos lagos artificiales conectados) es una parada obligatoria.
El detalle: Lo reconoceréis por la estatua de bronce del Zlatorog (la gamuza de los cuernos de oro). El agua es muy transparente y, aunque está fría, tiene zonas de saltos de madera que lo hacen muy divertido. Es el lugar perfecto para refrescarse después de cruzar el paso de Vršič.
Eslovenia es un paraíso que se mantiene así porque son muy estrictos con la conservación. Si veis carteles que prohíben el baño en ciertos lagos de alta montaña (como los del valle de los Siete Lagos), respetadlos al máximo; su equilibrio es muy frágil.
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