sábado, 24 de abril de 2021

Ruta de la Dehesa de Quebradillas en Conquista. Los Pedroches.

La ruta de la Dehesa de Quebradillas de Conquista, es una ruta circular ideal para hacer durante todo el año. Los 11 kilómetros de esta ruta recorren una de las dehesas más bonitas del Valle de Los Pedroches y es perfecta para hacer con niños. Si estás buscando una excursión en plena naturaleza, en el  corazón de la dehesa mas extensa del mundo, aquí te traigo una opción perfecta para todos los públicos.

La Dehesa de Quebradillas es una ruta señalizada y puesta en valor por el proyecto de la Diputación de Córdoba "Paisajes con Historia", en colaboración con el ayuntamiento de Conquista. Es un monte público de titularidad municipal, cuyos orígenes se remontan hasta la propia fundación de la villa. 

    ¿Cómo llegar a Conquista?


    Conquista es un pequeño pueblo de apenas 400 habitantes, que se encuentra al norte de la provincia de Córdoba, limitando con la provincia de Ciudad Real y separado de esta por el Río Guadalmez. 


    Características de la Ruta 

    • Longitud: 11 km
    • Tipo de ruta: Circular.
    • Dificultad: fácil. 
    • Tipo de trazado: camino de tierra.
    • Época recomendada: invierno, otoño y primavera.
    • Recuerda: La basura no vuelve sola. 

    Descripción de la Ruta 

    La ruta comienza en el cruce de la carretera A-3200, que une Conquista y Azuel, con la calle Barrio de la Estación, que recibe este nombre por ser el lugar donde se encuentra la ya en desuso, estación de tren que unía mediante vía estrecha, las localidades de Fuente del Arco-Peñarroya-Pueblonuevo con Puerto Llano, para dar salida al carbón   y otros minerales de la rica cuenca minera del Guadiato. 
    El tramo de la vía de Conquista estuvo en funcionamiento entre 1907  y hasta 1970 y era el único que estaba electrificado, para poder atravesar la finca de la Garganta. 
    Actualmente se ha recuperado parte de esta vía Verde en el término municipal de Hinojosa del Duque, la conocida como Vía Verde de la Minería. 

    Inicio de la Ruta de la Dehesa de Quebradillas 

    Nada mas comenzar a caminar ya sentimos el silencio y la tranquilidad que transmite la Dehesa, ¡una sensación única!.
    Durante el recorrido nos salen al encuentro algunos habitantes de la dehesa. 
    Es imposible no detenerse e interactuar con ellos. 
    No me negaréis que la fotogenia de la oveja que posa bajo estas líneas,  sin lugar  a dudas, es digna de destacar. 


    En esta parte del recorrido encontramos los restos que aún siguen en pie de una de las casetas del tren que, cada pocos kilómetros jalonaban la línea ferroviaria y en las cuales vivía el personal dedicado al mantenimiento de la misma, una "caseta de peones", como también se la conoce. 



    Hacia el km 1,8 abandonamos la antigua vía de ferrocarril y continuamos por el Camino de las Anchuras, ya dentro de la Dehesa de quebradillas, como veis se encuentra perfectamente señalizada. 
    Pasamos sobre una barrera canadiense en el suelo, que a mí personalmente me da siempre un poco de impresión y entramos de lleno en el paisaje creado por la mano del hombre y ligado a la comarca de los pedroches:  la Dehesa, un ecosistema antropizado y rico en biodiversidad, en el que predominan la encina y el estrato herbáceo, que sirven de alimento para el ganado. 
    Pocos metros después encontramos un desvío, un ramal de ida y vuelta en el que conoceremos un bonito mirador hacia Sierra Madrona y la dehesa de Los Pedroches, el mirador del Cendajo.


    En un panel interpretativo, podemos poner obtener la información de los accidentes geográficos que tendremos frente a nosotros, textualmente leeremos lo siguiente:

    "En esta zona se encontraba la mina de El Cendajo, que extraía cobre de un filón sobre el que discurre el Camino de las Herrerías. Siendo una de las varias minas que se encontraban en el término de Conquista, bien sobre el batolito granítico, o bien en el contacto de éste con la franja metamórfica del norte. De ellas se extrajo cobre y bismuto, como por ejemplo, la mina de El Inglés, y en menor medida, plomo y estaño.

    Desde el mirador, destacando sobre la mancha de encinas, podemos observar la parte oriental de la Sierra de Alcudia y toda Sierra Madrona, que representan el contacto de Sierra Morena con la Meseta castellana. Ambas sierras están incluidas en el Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona de la vecina Castilla-La Mancha (unas 150.000 hectáreas), declarado en marzo de 2010. Aparte de sus grandes valores naturales, el Parque Natural alberga también interesantísimas pinturas rupestres y yacimientos arqueológicos.

    Aunque el encinar no permite verlo, marcando el límite de las provincias de Ciudad Real y Córdoba, se extiende el río Guadalmez, declarado Zona de Especial Conservación (ZEC) en 2015 e incluido por tanto en la Red Natura 2000 de la Unión Europea. Casi 1.200 hectáreas de la ZEC pertenecen al término de Conquista, incluyéndose en el espacio protegido magníficos bosque en galería, yacimiento fósiles, varios endemismos y en general, una gran biodiversidad. Además se trata de un potente corredor para la dispersión del lince ibérico (Lynx pardinus) hacia Extremadura y Castilla la Mancha, desde sus poblaciones en Andalucía". 


    Retornamos al camino principal y continuamos , no tardamos en encontrar lo que parece el brocal de un pozo construido de granito y nos acercamos para comprobarlo, efectivamente lo es, la arquitectura rural en esta zona de la provincia de Córdoba nos resulta muy llamativa. 
    Al asomarnos vemos que su interior, está recubierto a la perfección de granito, de manera muy minuciosa. No será el único elemento de arquitectura rural que veamos en la ruta.
    Nosotros realizamos esta ruta en el mes de marzo y coincide con que hay multitud de rebaños de ovejas con pequeños corderitos por todas partes por esas fechas,  tened en cuenta si la realizáis en las mismas fechas, un detalle a este respecto, mas allá de lo adorables que puedan llegar a ser los corderos recién nacidos, pensad que allá donde hay un rebaño con ovejas hay un perro mastín guardándolas, puede que vosotros no lo veáis al principio, pero él o ella a vosotros si os ha visto y está midiendo la distancia de seguridad que tienen sus ovejas con respecto a vosotros, bastará que avancéis mas de lo necesario hacia el rebaño, para fotografiar los lindos corderitos o intentar tocarlos como si de un peluche se tratara, para que os sorprendan unos ladridos amenazadores y un gran bulto por lo general blanco o gris  que se dirige hacia vuestra dirección a galope tendido. ¡No os asustéis!, ¡No salgáis corriendo!, bastará con retroceder lentamente y seguir vuestro camino evitando mirarlo directamente, cuando os hayáis alejado lo suficiente volverá a sus quehaceres bajo una sombra de una encina. 

    Encontramos unas indicaciones que nos orientan hacia donde tenemos que dirigir nuestros pasos, en dirección a las famosas tumbas mozárabes. 

    Antes de las tumbas mozárabes, nos espera otro hito de interés en el camino,  el chaparro de Tolobastián, encina conocida por los conquisteños y que antiguamente marcaba la intersección con el camino de la loma del Fresno, hoy prácticamente desaparecido. 


    "En la dehesa de Conquista existen varias encinas (o chaparros) con nombre propio: del Tío Miguelete, de las Mariquillas, de la Quebrada, Tolobastián. Además del chaparro Tolobastián, con este nombre (de origen incierto) hay más lugares en el término municipal de Conquista, es el caso de uno de los lotes en que, para las subastas, se divide la Dehesa Municipal de las Quebradillas, y el otro, el de un pozo en el Camino de las Herrerías".


    "De entre las encinas que poseen nombre propio, salvo la del Tío Miguelete, que destacaba por el dulzor de sus bellotas, las demás no sobresalen del resto, es decir, no son especialmente llamativas por su tronco o el tamaño de su copa. Sólo existen suposiciones acerca de las razones del nombre, ninguna demostrada, o de la que tengamos referencias escritas. En el caso del Chaparro Tolobastián, el único hecho contrastado, y por el cual lo reconocen las gentes de Conquista es que está justo en la intersección del Camino de las Herrerías con el, casi perdido, de La Loma del Fresno".
    En nuestro paseo es común que llamen nuestra atención las formas  caprichosas que forman los bolos de granito por doquier, como si formaran parte de un "juego de gigantes". 



    Llegamos casi sin darnos cuenta a la zona en la que se encuentran las Tumbas mozárabes.

    "En la zona nororiental de Los Pedroches, en afloramientos del batolito granítico, destaca la concentración de tumbas excavadas sobre la roca. Hasta la fecha se han localizado casi un centenar, aisladas o en pequeños grupos. Igualmente se han encontrado, en la misma zona, un buen número de sarcófagos también elaborados en granito. La mayor cantidad de estos tipos de enterramientos se encuentra en los términos de Torrecampo, Conquista, Villanueva de Córdoba y Pedroche".


    "Con una distribución más amplia, en Los Pedroches se han hallado varias necrópolis en las que el enterramiento es distinto: se trata de tumbas formadas por lajas de pizarra en los laterales y cubiertas por material del mismo tipo.

    Las primeras investigaciones sobre las tumbas excavadas en la roca se deben a D. Antonio Riesgo, que hacia 1934, describía varias en la zona oriental de Los Pedroches. Desde entonces, se han hecho varios inventarios, pero no hay estudios científicos que aclaren aspectos tales como el sentido de estos enterramientos o, lo que es más importante, su cronología.

    En el término de Conquista se han encontrado, hasta ahora, trece tumbas de este tipo y dos sarcófagos. Hay siete tumbas individuales y las otras seis se encuentran en grupos de dos. En cuanto a la forma, sólo cinco son de tipo antropomorfo, las ocho restantes son de forma rectangular o trapezoidal. La mayor concentración de tumbas se localiza al oeste del municipio, cercana al grupo de tumbas más numeroso, localizado en el término municipal de Torrecampo (castillo de Mogábar y Haza de las Ánimas).

    La tumba que se puede ver en este punto está tallada en una roca de 250 cm de longitud y 130 de ancho; el interior excavado es de planta antropomorfa, con una longitud de 170 cm, una anchura media de 40 cm y una profundidad de unos 32 cm.

    En ninguna de las tumbas se han encontrado las cubiertas y material de tipo funerario dentro de ellas, por lo que su datación resulta complicada. No es el caso de las tumbas construidas con lajas de pizarra, en las que sí se ha hallado abundante ajuar funerario e incluso restos óseos (se han venido asignando a los siglos VI y VII, aunque, recientemente, se ha extendido la cronología de algunas necrópolis hasta el siglo XI). Respecto a las tumbas excavadas en roca y sarcófagos, algunos autores las atribuyen a los siglos IX-XI (de ahí la denominación mozárabe), pero otros, basándose en restos arqueológicos aparecidos en las inmediaciones de los enterramientos, creen que también pudieran pertenecer a época tardorromana o visigoda (siglos VI-VII)". 

    Pocos metros después , llegamos a otro punto de interés del itinerario, una antigua Zahurda. en las siguientes imágenes os transcribo literalmente el contenido del Panel Interpretativo para su mejor comprensión.  

    "El término zahúrda es una palabra que, posiblemente, proviene del alemán Sau “marrana” y Hürde “cercado”. Aunque tiene muchos sinónimos (pocilga, porqueriza, cochiquera, chiquero, etc.) todos ellos se refieren al lugar donde habita o se resguarda el ganado porcino".

    "A diferencia de lo que se pueda pensar, las zahúrdas son lugares que el ganado porcino mantiene limpio, ya que es el lugar donde duerme, donde cría a su prole e incluso donde se alimenta. A diferencia de otro tipo de ganado, se esmeran en no ensuciarlo". 

    "En el lugar donde nos encontramos, la zahúrda es de grandes dimensiones: compuesta de dos naves que se abren a dos patios centrales. Cada nave tiene cuatro accesos de pequeñas dimensiones a su interior, que es diáfano.

    Además del gran tamaño de esta zahúrda, las principales características que nos pueden llamar la atención son: que el acceso a las naves se hace a través de una puerta de pequeñas dimensiones y que las naves son de escasa altura. Que sólo tenga un acceso tiene una fácil explicación: la protección de la piara frente a posibles predadores. Era frecuente ver a la hembra, especialmente cuando acababa de parir, acostada en la misma entrada, impidiendo el paso al interior. Ningún animal era capaz de hacer frente a la cochina para entrar; ni siquiera los lobos, que hace años vagaban por estas tierras". 

    "La manera de construirlas era muy simple, aprovechando los materiales que el ganadero encontraba en el campo: piedras de granito y mortero de tierra para unirlas. Sí es de mayor elaboración la techumbre, que es abovedada y con ladrillos de barro cocido en su interior. El tejado presenta una vertiente a dos aguas. El crecimiento de pequeñas plantas sobre el tejado hace que estas estructuras se integren perfectamente en el paisaje".

    "Generalmente, las zahúrdas se encontraban cercanas al cortijo donde vivía el ganadero, que estaba siempre atento a las posibles incidencias que pudiera sufrir la piara". 

    "Esta tipología de zahúrda, aunque generalmente de menores dimensiones, se encuentra repartida por toda la comarca, como no podía ser de otra manera en una zona donde el ganado porcino campa en las dehesas".
    Estamos en primavera y la dehesa está espléndida, tapizada de praderas blancas y amarillas al principio y de rojo amapola ya mas hacia mayo. 


    En torno al sexto kilómetro es necesario cruzar la A-3200 para seguir 900 metros por un camino hasta el camino de los Estercolados, que bordea el río Guadalmez. Dos kilómetros después se llegará a Conquista por el punto de inicio de la ruta, pero aún queda ruta por delante para disfrutar. 


    En esta parte del recorrido es mas habitual que el camino se encuentre jalonado por paredes de granito, construidas hace más de 100 años, por los "pareeros".


    Aunque las piedras de granito parecieran colocadas de forma aleatoria, no es así, todo es fruto de la destreza del constructor de cercas, atendiendo a una técnica ancestral, de manera que las piedras mas gruesas se colocarán en la base y se irá subiendo, metiendo entre medias unas alargadas llamadas "coales" o "rascaderos para el ganado", que sirven para dar estabilidad, si van quedando algunos huecos se irán rellenando con otras piedras mas pequeñas llamadas "ripios". cuando la cerca está terminada en altura, se colocan en la parte superior otras piedras de granito grandes y planas llamadas "Baldas".



    Tras 11 km muy disfrutados, entraremos a Conquista por la calle de la Estación, pasando por delante de la antigua estación. 

    Termino esta crónica con esta imagen de esculturas ovina tan pintorescas, en Los Pedroches es muy común encontrar en las rotondas de acceso a los pueblos y en las plazas o calles de los mismos referencias a su modo de vida, la ganadería. 

    ¡Espero que os haya gustado y os animéis ha hacerla!, ¡Hasta la próxima!

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