lunes, 9 de diciembre de 2024

Pinar de Cánava, Los Caracoles, Cruz de la Atalaya (Sierra Mágina)

Con esta ruta conocerás el Monumento Natural del Pinar de Cánava, un lugar donde podrás disfrutar de uno de los pocos bosques antiguos de Pinos Carrascos de Andalucía. ¡Espectacular!.

Posteriormente, realizaremos una visita a los caracoles, edificaciones que se levantaron utilizando la técnica de la piedra seca, empleada por los antiguos canteros de la zona y también visitaremos la cruz de la Atalaya, desde donde podrás deleitarte con vistas panorámicas excepcionales de Sierra Mágina.

Una ruta circular apta para toda la familia.

  

Características de la ruta

Espacio natural: Parque Natural Sierra Mágina
Localización: Jimena (Jaén)
Longitud: 8km 
Tipo de ruta: Semicircular
Desnivel: 430m
Recomendaciones: Gorra, protector solar, agua, comida, calzado con suela de agarre, vestimenta dependiendo de la época en la que realices la ruta, imprescindible cortavientos etc.

Cómo llegar al inicio de la ruta

Desde las afueras de Jimena hay que tomar dirección a la Ermita de Cánava, donde comienza la carretera que une este pueblo con Albánchez de Mágina. Tomamos la pista en dirección a Albánchez de Mágina y a 1km, se abre una pista a nuestra derecha.

 

Descripción de la ruta

Antes de comenzar la ruta visitaremos la Cueva de la Graja, si bien es necesario solicitar la llave en el Ayuntamiento de Jimena o en la Ermita de la Virgen de Cánava, situada esta última junto a una encantadora plaza con una fuente de múltiples caños, rodeada de frondosa vegetación y ubicada a pocos metros del inicio del sendero señalizado a la Cueva de La Graja.

En rojo, el itinerario de subida hasta la Cueva de La Graja.

Gracias a la naturaleza caliza de sus rocas y a la acción erosiva del agua, el Parque Natural Sierra Mágina presenta numerosas cavidades. Este entorno fue un atractivo para los primeros pobladores del Guadalquivir durante el Neolítico, quienes encontraron en la abundante caza y en los frutos silvestres motivos para asentarse en la región. Testimonio de su presencia es este abrigo rocoso denominado Cueva de La Graja, catalogado como Monumento Histórico Nacional desde 1924 y Bien de Interés Cultural debido a los vestigios pictóricos de rituales y prácticas de pastoreo que se conservan en su interior.

Las pinturas rupestres que se pueden observar exhiben diferentes tonalidades, desde castaños hasta rojos oscuros, que fueron obtenidos a partir de pigmentos minerales como el óxido de hierro y las arcillas ferruginosas, mezclados con grasa animal. De trazo esquemático y con un significado complejo de interpretar, estas representaciones reflejan la estructura social de los grupos de la época y sus actividades cotidianas, como la recolección, la caza y el pastoreo.

Dentro del abrigo, encontramos figuras abstractas de trazo grueso, probablemente realizadas con los propios dedos o con ramas improvisadas como pinceles. Las representaciones abarcan figuras humanas y animales, destacándose algunas figuras antropomorfas decoradas con plumas, cuernos, armas y otros objetos. Una figura singular es la del "oculado", con tentáculos y rodeada de figuras humanas con los brazos extendidos en forma de asa. También llaman la atención dos figuras agrupadas y otra de un individuo aparentemente alimentando a un animal.

Si no conseguimos permiso para acceder al interior de la Cueva de la Graja, merece la pena igualmente subir las escaleras hasta la entrada pues las vistas son muy bonitas.




Continuamos y vemos un cartel del Sendero del Pinar de Cánava.


Y también alguna señal direccional como esta, que indica la Ruta de Los Caracoles.


Continuamos subiendo por la amplia y cómoda pista.


Llegamos a un merendero desde donde podemos ver la Ermita de la Virgen de Cánava más abajo. 


La pista está cementada en algunas zonas donde el desnivel es mas acusado.


Cauce seco del Árroyo Cánava. Al fondo se deja ver el Monte Aznaitín, uno de las cimas emblemáticas de Sierra Mágina, con una altitud de 1745 m.


Justo antes del caserío en ruinas que se ve en la imagen inferior hay un cruce de caminos, nosotros tendremos que tomar el de la derecha.


Seguiremos la pista en ascenso por el pinar.


Encontramos una indicación hacia el poblado de los Caracoles, si continuamos esta señal atravesaremos el Pinar de Cánava. Nosotros decidimos recorrerlo a la vuelta.


En el margen derecho de la pista sobre todo, podemos ver el bosque antiguo de Cánava, que veremos mejor a la vuelta.


Se puede observar algún  ejemplar de pino carrasco sobresaliente, pegado a la carretera. 



Continuamos la pista primero por un camino y después sin sendero por un olivar hasta cruzar una malla y adentrarnos en la zona de las casas-cueva o chozos de piedra seca de Los Caracoles.


Estas chozas fueron levantadas piedra a piedra por los canteros que vivían allí, ya que pasaban largas temporadas en las canteras y las usaban como refugio. También les dieron uso los pastores y es por eso que algunas cuentan con un pequeño corral frente a la entrada.



A continuación reproducimos el texto que aparece en el cartel de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucia que se encuentra en esta zona:

"Los caracoles. Esta usted en uno de los sitios mas singulares del Parque Natural . consisten en construcciones de piedra en seco levantadas a partir de los fragmentos de las rocas presentes, y unidas entre ellas sin ningún tipo de cemento, mortero o argamasa. Como quizá haya podido deducir a partir de las piedras de molino presentes, sus pobladores originales fueron los antiguos canteros de la zona, que en ocasiones pasaban largos periodos de tiempo fuera de su hogar. Estos levantaban la choza prácticamente piedra a piedra, sin apenas herramientas, medios de transporte y con su sola mano de obra. Algunos estudios relacionan esta arquitectura con antiguas construcciones celtas asturianas y de Galicia. Los caracoles representan un homenaje a las personas que aquí vivieron en tan duras condiciones. Respeta este y otro tipo de chozos similares. Es difícil encontrar otra imagen que sugiera tanta belleza, simplicidad e integración en el paisaje. Por eso recuerda que, aunque en medio del campo, estas de visita. Llévate las piedras en tu cámara y en tu corazón, no en tu mochila"".




Vamos caminando viendo los diferentes caracoles.




Nos asomamos con precaución a uno de Los Caracoles y vemos cómo está construido por dentro.



Vamos rodeando las construcciones y nos dirigimos hacia la Cruz de la Atalaya.


Para lo que tendremos que sortear un lapiaz.


Justo en las calizas de La Atalaya se localizan dos cuevas con bellos espeleotemas en su interior: Cueva de la Cantera de Mármol y Sima de Los Biroletos, ambas exploradas y topografiadas por el Grupo Espeleológico Kart-Oba (GEKO) y el Grupo Espeleológico G40 entre 2021y 2023.

En las siguientes imágenes cedidas por el Grupo Espeleológico Kart-Oba (GEKO) se puede ver el interior de dichas cuevas:


Los trabajos de exploración y topografía fueron publicados en el año 2024 en el nº36 de la Revista Andalucía Subterránea de la Federación Andaluza de Espeleología y pueden consultarse en el siguiente artículo:

Vistas del mencionado Pico Aznaitín.

En la base de la cruz puede leerse: "20 de Mayo de 1883":


Pueden verse los cortados del Pinar del Lanchar.



Para volver lo haremos continuando prácticamente recto desde la cruz de la Atalaya en dirección al Aznaitín, bajando por el lapiaz hasta conectar con el olivar, tomaremos una pista y en una bifurcación seguiremos a la izquierda por la pista principal.




Pasados unos metros saldrá a nuestro encuentro un sendero que nos permitirá adentrarnos por el interior del Pinar de Cánava y eso hacemos, este sendero va paralelo a la pista por la que subimos anteriormente a la zona de Los Caracoles.



El Monumento Natural Pinar de Cánava es un ecosistema forestal único,  donde el pino carrasco (Pinus halepensis) es la especie dominante. Este pinar, compuesto por aproximadamente 120 ejemplares, destaca por su alto grado de naturalidad y, sobre todo, por la longevidad de sus árboles, que oscilan entre los 100 y 250 años. La particularidad de este lugar radica en la presencia de un bosque en una fase avanzada de maduración, lo que permite observar cómo se desarrollaría un pinar de manera natural, sin la intervención humana. 

¡Un lugar especial que tenemos la suerte de disfrutar en Sierra Mágina!



Aquí se puede contemplar un pinar en su etapa senescente, con árboles que presentan formas contrastantes con los pinares jóvenes: en lugar de troncos rectos y copas cónicas, se observan ejemplares con troncos retorcidos y copas redondeadas. Además, el matorral es prácticamente inexistente, lo que acentúa la sensación de un ecosistema que ha seguido su curso natural, sin la intervención del hombre, por lo que estamos ante unos de los bosques ancianos de Andalucía. 

¡Toda una joya! 


Por aquí os dejo el track de la ruta. ¡Hasta la próxima!

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